Cuando tenemos una crisis matrimonial, tenemos que intentar evitar el conflicto directo, y tener en cuenta que hay especialistas ajenos a nuestros problemas directos y personales que pueden tratar de eliminar esas asperezas y esos puntos críticos que nosotros nos oponemos por un lado y por otro a llegar a una confluencia de intereses, por tanto para superar ese tipo de situaciones lo ideal es dejarlo a un tercer ajeno. Esto no lo digo por vender a la abogacía o por vender nuestra función, si no porque ayuda muchísimo en estos procedimientos, también decir que intentemos llevar las cosas con calma , tranquilidad y respetar en caso de menores si hay visitas y la relación materno filiar, paterno filiar según con quien se quede el menor mientras dure el procedimiento, porque ha vece se extienden mucho en el tiempo, durante este tiempo intentemos sobretodo que el menor no note esa crisis matrimonial en lo máximo posible